El presidente Alberto Fernández descartó el regreso del fútbol para el mes que viene. "Mayo sería el peor mes porque se espera el pico", explicó.
Al igual que en la mayor parte del planeta, la pandemia de coronavirus le puso un freno total a Argentina. Y el fútbol no fue la excepción: apenas 72 horas antes de que el Presidente, Alberto Fernández, declarara la cuarentena obligatoria en todo el país para evitar la propagación del virus, el ministro de Deportes y Turismo, Matías Lammens, le solicitó a la AFA el cese de las actividades de todas las categorías (incluidos los entrenamientos) al menos hasta el 31 de marzo.
Más allá del anuncio, tanto el propio Lammens como Marcelo Tinelli (presidente de la Superliga) dejaron rápidamente en claro que la elección de la fecha fue una mera formalidad y que hoy por hoy es una verdadera incógnita cuándo volverá a rodar la pelota. De hecho, el domingo 22 de marzo, el propio Alberto Fernández dejó en claro que la vuelta de la actividad estaba muy lejos de ser una prioridad: "El fútbol puede esperar. Primero tenemos que atender a los enfermos y que no se enfermen más. Esto nos complica a todos, pero hay que tener paciencia".
Dos semanas después, con la extensión de la cuarentena general ya decretada hasta el 12 de abril inclusive, el Presidente argentino volvió a ser consultado por la vuelta del fútbol y su respuesta no fue muy diferente a la anterior. "Mayo sería el peor mes porque se espera el pico", señaló el máximo mandatario, en declaraciones a Radio Mitre, y agregó: "El fútbol es una de las actividades, como el cine y el teatro, que más van a sufrir la salida de la cuarentena. Por ahí, sin espectadores se puede flexibilizar de a poco, pero con gente es imposible".
Ante este panorama, en la AFA ya comenzaron a estudiar alternativas en caso de que el parate se siga extendiendo en el tiempo y la competencia actual no pueda reanudarse. Según informó el diario La Nación, si eso sucediera, la idea generalizada en Viamonte es anular la Copa Superliga y suspender los descensos, pero no así los ascensos: de esa manera, la Primera División volvería a tener 26 equipos y regresaría el formato de torneos cortos, con dos certámenes de 25 fechas en cada año futbolístico.
El gran problema de dar por cerrada la actual temporada es la clasificación a las copas internacionales de 2021. Descartada la posibilidad de utilizar las posiciones finales del torneo que ganó Boca (el único que tiene su lugar asegurado en la Libertadores), una alternativa que asoma es disputar un torneo de transición de 25 fechas durante el segundo semestre del año y elaborar una tabla acumulada anual, una opción que también serviría para volver a adecuar el calendario al de la CONMEBOL, que pretende que todos los torneos locales del continente se jueguen de enero a diciembre y no según las fechas europeas.
Según el diario La Nación, lo más probable es que se sostenga el actual ordenamiento de fechas y que la temporada 2020/21 se divida en dos torneos: uno entre julio y marzo (se contabilizarían sólo las primeras 17 fechas para definir la clasificación a las copas) y el otro entre abril y diciembre, con un largo receso por la Copa América a mitad de año. Sin embargo, por ahora todo es especulación: desde la aparición del coronavirus, todo se transita día a día.
